Acá te contamos cómo crear un entorno familiar y sano en la mesa, en estos espacios puedes favorecer sus capacidades de socialización y autoestima.
La familia se entiende como la unidad más básica de la sociedad y, en ella, se genera el desarrollo de valores, objetivos de vida e identidades, que permiten la adaptación del individuo a los espacios sociales.
Para los niños su núcleo familiar es el generador y promotor de parte de su personalidad, las primeras personas con quienes conviven son su padres y hermanos, y con ellos aprenden a socializar y entablar relaciones que les permitirán desarrollar rasgos propios de cada uno.
En Nestlé por Niños Saludables vamos a darte una guía básica de cómo construir una convivencia en familia sana y estable, con actividades que puedes hacer en los momentos de comida familiar o en la cocina.
¿Qué es la convivencia familiar?
La convivencia se entiende como la capacidad de habitar e interactuar con los distintos integrantes de la familia, generando un entorno de confianza, bienestar, seguridad y libertad, pero aún más, abrir espacios de comunicación e integración, donde cada uno pueda expresarse sin problema.
Pero así mismo la convivencia trae consigo una serie de valores, prácticas y reglas que se deben tener en cuenta para alcanzar un ambiente armónico, promoviendo relaciones intrafamiliares basadas en la tolerancia, el respeto, la comunicación y el apoyo incondicional.
Valores para tener una convivencia familiar sana
Alcanzar una convivencia familiar estable y sana es un proceso que se va construyendo paso a paso, como padres y cuidadores debe haber una responsabilidad de generar un ambiente sano que le permita a los niños ejercer sus derechos y deberes. Crear un entorno propicio para que ellos puedan desenvolverse de manera libre es clave para la interacción entre todos.
A continuación, te vamos a contar algunos valores que se deben tener en cuenta a la hora de crear una atmósfera familiar cálida.
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Tolerancia:
Es el respeto a las ideas, creencias o prácticas de los demás cuando son distintas a las propias. Desarrollar este valor en los niños les va a permitir entender que hay otras formas y estilos de vida diferentes a las de ellos.
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Respeto:
Es el reconocimiento, conocimiento y consideración que se le tiene a otras personas. En los niños es uno de los principales valores a desarrollar, ya que es la base de toda relación sana que lleguen a establecer en su futuro.
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Solidaridad:
Es la adhesión y respaldo a la causa de los familiares, involucra el apoyo mutuo. Las demostraciones de ayuda son esenciales para que los niños entiendan que las ideas y el trabajo de otros es valioso.
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Empatía:
Es la capacidad de una persona de colocarse en el lugar de otra. En la crianza de los niños, inculcar este valor es importante porque van a aprender a ser personas más humanas, que entienden que hay otras realidades ajenas que así ellos no estén viviendo son posibles.
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Diálogo:
Es un recurso que permite el entendimiento y comprensión de las ideas, sentimientos y emociones. Para la convivencia en familia es fundamental tener una comunicación sana que le permita a cada miembro expresarse libremente, sin temor a ser juzgado o criticado.
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Responsabilidad:
Es el cumplimiento de las obligaciones y la capacidad de tomar decisiones de manera consciente. Para los niños es un valor que les permitirá entender que, así como hay derechos, tienen deberes, y que deben ser cumplidos y adoptados en el momento.
Acciones que puedes adoptar para la convivencia familiar
Estas son algunas acciones que puedes optar para crear un ambiente familiar armónico, alrededor de la mesa o en la cocina:
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Compartir los momentos de comida juntos:
Sentarse todos en la mesa quizás suene muy usual, pero es un tema que, como familia, puede enriquecer muchos procesos dentro de la convivencia, dar las gracias, respetar la palabra de los otros mientras hablan, no levantarse hasta que los otros hayan terminado su plato y ayudar a organizar la mesa antes y después de pararse. Todo en conjunto ayuda a construir entornos más sanos y seguros.
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Cocinar juntos:
Involucrar a los niños en las preparaciones del día puede crear vínculos para que aprendan a trabajar en equipo, a ser colaborativos con las tareas, a seguir instrucciones y ejecutarlas, a no tener temor a expresar sus errores o miedos y, sobre todo, a entender y agradecer el proceso de la comida, quiénes la preparan y cómo llegó a la mesa.
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El momento de la comida es exclusivo para comer:
Seguramente aquí los cuidadores y padres tienen el papel más importante, demostrando que el espacio del desayuno, el almuerzo o la cena no son para hacer cosas en el celular, o trabajar, o hablar por teléfono. Los niños aprenden lo que ven, entonces dedicar este tiempo para compartir en familia depende de todos, se pausan las actividades escolares o laborales.
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A lavar los platos en familia:
Seguramente creerás que no es adecuado poner a los niños a hacer esta tarea, pero, al contrario, es una labor que pueden hacer todos juntos, esto les permite entender que hay procesos para todo, y la organización es clave para mantener un ambiente apropiado.
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Mantener la calma en momentos de crisis:
Si existe una discusión en la mesa, aprender a manejar las situaciones es básico para gestionar el diálogo y la conversación de los problemas. Entender el disgusto y llegar a soluciones es el punto esencial para una convivencia familiar estable.
Estas son algunas pautas para tener en cuenta a la hora de establecer reglas y plantear valores que al final van a ayudarles a construir un ambiente laboral ameno y tranquilo en casa. Nestlé por Niños saludables vela siempre para que compartan en familia y se establezcan vínculos de amor y respeto con los hijos y sus padres o cuidadores.