¿Listo para convertirte en el crack de tu clase? Aprende 10 técnicas de estudio más efectivas (y divertidas) para mejorar tus notas con energía y actitud.
Estudiar no tiene que ser aburrido. Con las técnicas de estudio correctas y un poco de energía de MILO®, aprender puede ser mucho más fácil (¡y sabroso!).
Estudiar puede parecer un reto enorme, sobre todo cuando hay tantas materias, tareas y exámenes. Pero la clave no está en estudiar más, sino en hacerlo mejor. Aplicar buenas técnicas de estudio puede hacer que el aprendizaje sea más rápido, divertido y efectivo.
Además, si te acompañas de un vaso de MILO®, tendrás la energía y concentración necesarias para dar lo mejor de ti en cada jornada.
A continuación, encontrarás 10 técnicas de estudio y algunos hacks que te ayudarán a convertirte en un verdadero experto del aprendizaje.
1. Crea tu espacio ideal para estudiar
Tener un lugar cómodo, bien iluminado y libre de distracciones es el primer paso para concentrarte. El cerebro asocia los espacios con actividades, así que, si estudias siempre en el mismo sitio, se acostumbrará a “entrar en modo estudio” cuando estés ahí.
Agrega algunos elementos que te motiven: tus marcadores de colores favoritos, un calendario con metas y, por supuesto, un snack con tu vaso de MILO®, para que mantengas la energía mientras repasas tus apuntes.
Tip: evita estudiar en la cama. Es el lugar donde tu cuerpo asocia descanso, no concentración.
2. Técnica Pomodoro: estudia en bloques
Consiste en estudiar durante 25 minutos y luego tomar un descanso de 5. Después de cuatro “pomodoros”, puedes parar 15 a 20 minutos. Durante esos descansos, aprovecha para estirarte e hidratarte. Este método ayuda a evitar la fatiga mental y te mantiene concentrado por más tiempo.
Hack: usa un temporizador o una app gratuita de Pomodoro para llevar el control de tus sesiones.

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3. Usa colores para memorizar mejor
Los colores no son solo para hacer tus apuntes bonitos: también ayudan a recordar información con más facilidad. Puedes usar un color para cada tipo de dato (por ejemplo, fechas en azul, nombres en verde, conceptos clave en naranja).
Hack creativo: combina esta técnica con dibujos o mapas mentales. ¡Tu cuaderno se verá increíble y tu memoria te lo agradecerá!
4. Repasa antes de dormir (pero sin desvelarte)
No se trata de trasnocharse, sino de dar una lectura rápida y ligera a tus apuntes antes de cerrar los ojos. Una buena idea es tener una libreta de “mini repasos” donde escribas los conceptos clave del día. Luego, cuando te prepares para dormir, solo lees esas páginas y listo.
5. Enseña lo que aprendiste
Una de las mejores formas de saber si realmente entendiste un tema es explicarlo con tus propias palabras. Puedes hacerlo frente al espejo, a tus amigos, a tus papás o incluso a tus peluches.
Cuando enseñas algo, obligas a tu cerebro a organizar la información y buscar ejemplos, lo que mejora tu comprensión y memoria.
Hack: si tienes una mascota, cuéntale lo que aprendiste. Aunque no te responda, ¡es una excelente forma de practicar!

6. Divide la información en partes pequeñas
A veces los temas parecen enormes e imposibles de memorizar. Pero si los divides en bloques más pequeños, se vuelven mucho más fáciles de entender. Esta técnica se llama chunking, y es una de las favoritas de los estudiantes más organizados.
Por ejemplo, si tienes que aprender las capitales de Sudamérica, puedes estudiar tres países por día. Al final de la semana, habrás repasado todos sin sentirte abrumado.
Hack: crea tarjetas con preguntas y respuestas para repasar mientras viajas o esperas entre clases.
7. Escucha música para concentrarte
Haz una playlist especial de “modo estudio” y úsala solo cuando vayas a concentrarte. Así, tu cerebro reconocerá esa música como señal de que es hora de aprender.
8. Cuida tu alimentación y tus descansos
No hay técnica de estudio que funcione si estás cansado o sin energía. Dormir bien, comer balanceado y mantenerte hidratado son tan importantes como estudiar.
MILO® es una excelente forma de recargar energía gracias a su mezcla de malta, leche y cacao, que ayudan a que tu cuerpo y mente sigan activos.
Hack saludable: evita estudiar más de dos horas seguidas sin un descanso. Tu cerebro necesita pausas para asimilar lo aprendido.

9. Fija metas pequeñas (y celébralas)
Nada motiva más que ver tus progresos. En lugar de proponerte “sacar buenas notas”, establece metas concretas y alcanzables, como “leer dos capítulos hoy” o “memorizar cinco fórmulas”.
Hack: anota tus avances en un calendario visible. Te motivará ver todo lo que ya conseguiste.
10. Estudia con tus amigos (pero con propósito)
Los grupos de estudio son una excelente técnica para reforzar conocimientos, siempre que haya organización. Además, estudiar en equipo ayuda a mantener el ánimo alto y compartir ideas nuevas. Solo asegúrate de que el grupo mantenga el enfoque (¡no se vale distraerse con el celular!).
Las técnicas del estudio pueden ser algo divertido
No solo te ayudan a mejorar tus notas, también te enseñan a conocer cómo aprendes mejor. Recuerda que cada persona tiene su propio estilo, así que prueba diferentes métodos hasta encontrar el que funcione contigo.
No olvides que el aprendizaje también necesita energía. Un vaso de MILO® te acompaña en cada paso de tu proceso, dándote la fuerza para concentrarte, mantenerte activo y disfrutar del camino hacia el éxito académico.
Preguntas frecuentes
¿Por qué son importantes las técnicas de estudio?
Permiten organizar tu tiempo, mejorar la concentración y recordar la información con mayor facilidad. Además, hacen que estudiar se vuelva una experiencia más divertida y menos agotadora.
¿Cuánto tiempo debo estudiar al día?
Depende de tus metas y del tipo de contenido que tengas que aprender. Sin embargo, lo mejor es estudiar en sesiones cortas pero productivas, con descansos frecuentes.
Fuentes: